sábado, abril 20, 2024
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Mauricio Macri: “El peronismo está secuestrado por Cristina Kirchner hace más de 10 años”

El expresidente rompió el silencio el día que se realizó un nuevo banderazo contra el Gobierno y dijo que se siente perseguido.

En la primera entrevista a un medio nacional tras abandonar el Ejecutivo, Mauricio Macri aseguró que las marchas en protesta a la gestión de Alberto Fernández “son espontáneas” aunque se identifican “con los valores” de su gobierno, realizó una autocrítica, se quejó del “ala política” de su gestión y apuntó contra la vicepresidenta.

“El peronismo está secuestrado por Cristina Kirchner desde hace más de 10 años”, afirmó en diálogo con Joaquín Morales Solá, por TN.

El reclamo en la casa de Cristina: “No era el lugar a convocar”

Sin embargo, el referente de Juntos por el Cambio coincidió con el periodista en que no fue correcto que se hayan manifestado frente a la casa de Cristina Kirchner. “No era el lugar a convocar. Por más de que uno esté enojado con una persona en particular porque siente que lidera una agenda que es contraria a lo que uno dice, uno tiene que expresar sus ideas en un espacio neutral, no en el domicilio de una persona. No hace falta”.

Errores y aprendizaje: “Me equivoqué”

Macri contó que desde que dejó la presidencia reflexionó sobre los errores en su gestión, y volvió a apuntar contra la herencia recibida: “El Estado argentino estaba quebrado. Yo tuve un dilema: decirles esta realidad crudamente a los argentinos o apostar al brote de esperanza y entusiasmo que había nacido. Opté a la segunda y, con el diario del lunes, creo que me equivoqué”.

Para él, su gobierno “se quebró” en diciembre de 2017 cuando se votaba la reforma previsional en el Congreso. “El massismo y el kirchnerismo colapsaron la reunión, tomaron la plaza y tiraron 10 toneladas de piedras. Ahí todos entramos en una actitud defensiva y empezamos a tener todo tipo de problemas”, recordó. “Eso nos fue apabullando y dejé de explicar lo que pasaba. Recién recuperé la capacidad de comunicarme con las 30 marchas, después de ese histórico 24 de agosto que me vinieron a buscar para que siga. Lamentablemente, ya era tarde”.

Por otro lado, el expresidente sostuvo que “nunca debió haber delegado la negociación política” en figuras como Emilio Monzó o Rogelio Frigerio, de quienes dijo: “Eran mi ala más política, con filo peronista”. Según dijo, él priorizó otras cuestiones, pero subrayó: “No es excusa, yo debería haber puesto el foco ahí porque se jugaba mucho con el poder convencer y nosotros nunca llegamos a los acuerdos que necesitábamos para transformar a la Argentina”.

“El peronismo está secuestrado por Cristina desde hace más de diez años”

En ese sentido, fue más allá: “Lo tendría que hacer cualquier presidente, pero yo tengo mis dudas de que hubiese obtenido algo mejor que los que estuvieron encargados porque se ve hoy: el peronismo está secuestrado por Cristina Fernández de Kirchner desde hace más de diez años y eso significa que el peronismo fue cooptado por la irracionalidad”.

Para Macri, hasta que el peronismo no resuelva esto será muy difícil que se pueda llegar a hacer acuerdos. “Todos esperan que acordemos, pero con la irracionalidad no se puede”.

Macri comparó a Cristina con Diego Maradona

En una alegoría futbolera, Macri reflexionó: “Siempre se ha dicho que Boca es peronista, y eso es mentira. Hay gente de Boca de todos los partidos políticos y de todos los credos religiosos. Con mucho orgullo lo digo. Pero es verdad que Boca es pasional, popular y vehemente como puede ser el peronismo”.

Según dijo, cuando llegó a Boca trabajó “en construir un puente que uniera la vehemencia y la pasión con cierta racionalidad” porque “sin reglas el fútbol tampoco funciona”. Sobre esto, el exmandatario contó que debió hacer “algo durísimo” para lograr este objetivo: “También era mi ídolo y el de todos los argentinos, pero tuve que sacar a Diego Maradona de Boca, y así se construyó”.

Pobreza y deuda

Más adelante, Macri evaluó su gestión como “insuficiente” al señalar que terminaron el Gobierno “con el mismo nivel de pobreza que habíamos heredado”. “Llegamos al mismo lugar, así que para mí fue una enorme frustración. Habíamos construido sobre pies de barro”.

El expresidente aprovechó la ocasión para criticar a quienes apuntaron a su gestión por la deuda: “Quiero aclarar todas las mentiras que dice el Gobierno y el Presidente: 2 de cada 3 dólares que nuestro gobierno tomó fueron para pagar deudas de la deuda anterior y el otro dólar fue para financiar el déficit, que lo genera el presupuesto. El Congreso es el que aprueba el presupuesto y en mi Gobierno el kirchnerismo tenía mayoría en el Congreso y siempre aprobó presupuestos que no tenía recursos suficientes. Me la pasé diciendo que bajemos el gasto”.

“Tenía esperanza de que el kirchnerismo hiciera algo distinto”

El expresidente consideró que el mayor problema del Gobierno es la falta de confianza. “Todos teníamos esperanzas, y yo también la tenía, de que el kirchnerismo iba a demostrar un aprendizaje y que iba a ser algo distinto”, comenzó. Sin embargo, remarcó que con las decisiones que tomaron, en especial en cuanto “al ataque al sistema institucional”, destruyendo la credibilidad.

Por el contrario, sostuvo: “Uno puede cometer errores, como cometió mi Gobierno en lo económico, pero todos los días consolidábamos un poco más las instituciones, el funcionamiento transparente del Estado, el expediente electrónico, las compras online, la Oficina Anticorrupción, la UIF (Unidad de Información Financiera), la AFIP, y los jueces independientes”.

De esta manera, puntualizó: “Sin un presidente que defienda la Constitución no hay futuro. La principal tarea como presidente de la república, durante mis 4 años, fue defender la Constitución Nacional. Es lo que la gente pidió hoy en la calle porque defiende sus libertades y contiene el abuso de poder”.