sábado, abril 20, 2024
Provinciales

Otros dos crímenes en Rosario: mataron a una adolescente y a un hombre en dos ataques a tiros

Las víctimas tenían 15 y 59 años.

Sigue la ola de crímenes en Rosario. Este miércoles por la noche se registraron otros dos homicidios, en uno de los cuales la víctima fue una adolescente de 15 años y en el otro un hombre de 59.

El primer asesinato de la menor de edad se suma al reciente homicidio de Lucas Vega, de 13 años, quien jugaba en Central y murió luego de ser baleado en barrio Emaus. Con los decesos anoche, ya son 19 las víctimas fatales menores de 18 años en Rosario en lo que va de 2022.

Según fuentes policiales, el primero de los crímenes registrados ayer sucedió en barrio Triángulo, en la zona sudoeste de la ciudad. Los primeros informes indican que la víctima, identificada como Zoe Romero, se encontraba en su domicilio atendiendo un negocio tipo almacén que funciona en su casa de Garzón al 3821, cuando llegaron al parecer dos hombres, que llamaron a la puerta y cuando la chica salió efectuaron varios disparos de arma de fuego al local comercial y a la menor.

La joven, herida de gravedad, fue asistida por un vecino, quien la llevó en auto hasta el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde, pese al esfuerzo de los médicos, falleció.

Crimen en Ludueña
El segundo homicidio se dio en barrio Ludueña, en la zona oeste del municipio. Fue ultimado un hombre de 59 años. Los primeros informes que trascendieron indican que la victima, identificada como Julio Sosa, se encontraba en su domicilio de Bielsa 6418, cuando minutos antes de las 22 del miércoles llegaron al menos dos hombres.

Esas personas golpearon las palmas frente a la casa de Sosa, quien al salir a la calle fue acribillado. Sosa fue trasladado al Heca por un vecino. Allí se comprobó que había sufrido heridas en el tórax.

Según fuentes cercanas a las pesquisa, Sosa presentaba múltiples heridas de bala y falleció poco después de las 22 . Ambos asesinatos son investigados por la fiscal de Homicidios Gisela Paolicelli.

Fuente: La Capital