Desvalijaron dos casas en una semana en barrio El Pozo: “Nos matan o los matamos”

Ambos episodios de inseguridad tuvieron una distancia de siete días. Vecinos cansados piden por más seguridad y denuncian poca presencia policial en la zona. Los ladrones se llevaron todo, hasta las zapatillas puestas.

Los episodios de inseguridad se multiplican en la ciudad de Santa Fe, puntualmente en barrio El Pozo que en siete días sufrió el brutal robo a dos viviendas. Cada episodio tuvo su particularidad, pero en algo coinciden: se llevaron todo. Los delincuentes actuaron con una asombrosa impunidad, de hecho en una de las viviendas se cambiaron las zapatillas y dejaron las que llevaban puestas.

“Nos matan o los matamos“, comentó una vecina al móvil de Un día Perfecto, programa que se emite todos los días de 14 a 18 en SolPlay 91.5, ante un eventual nuevo encuentro con los delincuentes.

Los vecinos están cansados de vivir con inseguridad, tal es así que radicaron la denuncia al 911 sin ningún tipo de expectativas por recuperar lo perdido. Sería complicado cuantificar lo robado, pero remarcan de que se trata de una gran suma de dinero. Lo que más lamentan son las herramientas que les sirven para poder continuar con sus actividades laborales.

No hay luminaria pública

A este cuadro complejo de cosas se le suma que en la zona donde sufrieron los reiterados robos no hay luminaria pública. Los vecinos y vecinas contaron que vienen reclamando a la municipalidad de Santa Fe que les solucionen el inconveniente. Si bien la falta de luz no se conecta directamente con la inseguridad, es cierto que en algún punto coinciden de manera indirecta, debido a que les permiten a los delincuentes contar con la posibilidad de actuar sin que los vean.

El reclamo ya tiene más de 100 días y desde el municipio santafesino no le dan respuestas. Es por eso que una de las vecinas decidió colocar un foco hacia la calle, pero paga los costos de ese foco, es decir abona el servicio dos veces.

Comisaria sin personal

A este panorama complejo se le agrega que no hay efectivos policiales patrullando la zona. Para dar un ejemplo de lo descuidado que está el barrio en términos de seguridad, hay que acercarse hasta la comisaria 25 y hacer algunas preguntas: hay sólo cuatro personas de día y una sola para el turno noche. Las instalaciones son precarias, hay goteras y un marcado estado de abandono. A esto se le suma que se encuentran 16 personas detenidas, cuando todos sabemos que las comisarias no son espacios para alojar personas en esa condición.