domingo, abril 28, 2024
Internacionales

José “Pepe” Mujica renuncia al Senado de Uruguay

El senador uruguayo José Mujica, de 85 años de edad, dimitió a su cargo debido a una enfermedad inmunológica crónica. También abandonó su banca el ex presidente uruguayo Julio Sanguinetti.

Tal como lo había anunciado tiempo atrás, el ex presidente de Uruguay José Pepe Mujica (85) dejó su banca en el Senado tras asistir formalmente a la última sesión extraordinaria en la que también renunció a su escaño Julio María Sanguinetti (84), también ex mandatario de ese país en dos períodos consecutivos.

Ambos referentes de la vida política uruguaya habían llegado al Parlamento en las elecciones de octubre de 2019 y sus cargos regían hasta 2025, pero decidieron concluirlos por una cuestión clave: los riesgos de salud que corren producto de su edad y de la pandemia de coronavirus.

“Me tiró el virus para fuera, porque tengo 85 años y una enfermedad inmunológica. Me encanta la política, pero más me encanta la vida”, afirmó Mujica antes de entrar al recinto.

Su decisión ya era conocida, la había anunciado hace meses y ratificado en las elecciones departamentales y municipales del 27 de noviembre último. Durante su último discurso como senador, el presidente durante 2010 y 2015 reflexionó que en la vida “hay un tiempo para llegar y un tiempo para irse”.

“Me está echando la pandemia –dijo-. Ser senador significa hablar con gente y andar para todos lados. El partido no se juega en los despachos y estoy amenazado por todos lados, por doble circunstancia: por vejez y por enfermedad inmunológica crónica.”

Mujica ya había ocupado la banca en la Cámara Alta entre 2000 y 2005 y de 2015 a 2018. Además de ocupar la Presidencia de la República durante cinco años fue ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca entre 2005 y 2008.

Por su parte, el también ex presidente Julio María Sanguinetti (1985-1990 y 1995-2000) dijo en su despedida que tenía “otras tareas” previstas para hacer en su vida. Ambos se despidieron del Congreso con un abrazo, un hecho que fue leído como “un gesto único” y reflejo del momento histórico que vivió la vida política uruguaya.