viernes, abril 26, 2024
Locales

Primera condena en Santa Fe por doble homicidio sin cuerpo

Daniel Vasilovski fue sentenciado a 25 años de prisión por los crímenes de Benito Sosa y Estela Ríos. La pareja fue vista por última vez la mañana del 19 de diciembre de 2017, cuando salió de pesca. Los cuerpos nunca aparecieron.

Daniel Eduardo Vasiloski fue condenado este lunes a 25 años de prisión, acusado de matar a Benito Sosa y Estela Ríos de Arroyo Leyes, en diciembre de 2017, en un suceso de características muy especiales porque hasta el momento los cuerpos no han sido hallados.

A las 8.30 comenzó la audiencia en la que se dio a conocer el fallo del tribunal en el marco del juicio oral y público realizado en la ciudad de Santa Fe. La decisión fue unánime.

Los fiscales que representaron al MPA en el debate son Omar De Pedro y Andrés Marchi, habían solicitado una pena igual a la que se terminó estableciendo, de 25 años de prisión para el acusado. El tribunal que tuvo a su cargo el debate estuvo integrado por los jueces Sergio Carraro; Luis Octavio Silva y José Luis García Troiano.

Daniel Eduardo Vasiloski era el único sospechoso del doble asesinato. El matrimonio de Benito Sosa (65) y Estela Ríos (52) desapareció el 19 de diciembre de 2017 cuando ambos salieron de pesca aquella mañana en la zona del paraje ‘El Crespín’, a la altura del kilómetro 21 de la ruta provincial número 1. Desde ese entonces, su paradero es un enigma en la localidad de Arroyo Leyes y la región.

El fiscal De Pedro dijo luego de conocerse la sentencia: “Es lo que esperaba la familia, conforme a lo que habíamos hablado con ellos. La verdad que la palabra creo que es conforme. De alguna manera es un hito porque no hay casos así anteriormente —en la justicia santafesina—. Es importante para la fiscalía porque nos muestra que podemos llegar a probar, aún sin los cuerpos, y evitar cualquier tipo de impunidad para una persona que haya sido lo suficientemente eficiente para hacerlos desaparecer”.

En relación de la sentencia, el fiscal dijo: “En este caso en particular había muchísimos elementos que concatenados hicieron que no quede margen a la duda. Hay que recordar que una sentencia condenatoria requiere certeza. Es lo que entendieron los jueces de lo que nosotros dijimos. Llegaron con vida a las 8 de la mañana de ese día, lo prueban los testigos, el llamado telefónico que quedó claro a través de la representante desde Córdoba por zoom. Dejó clara que entablaron comunicación, que fueron atendidos. Luego todas las cosas escondidas adentro del rancho, sangre humana dentro del rancho. Los perros que marcan restos humanos. Un trabajo que fue excelente de parte de las personas que vinieron a describirlo. En el alegato de cierre contamos como creímos que había sido la secuencia”.

“Con todos esos datos hay algo muy firme. Por supuesto queda aún la apelación, donde tendremos que volver a discutir porque en una pena tan alta la defensa seguramente lo va a apelar. Y tenemos que evaluar una vez que leamos los fundamentos si no vamos a apelar nosotros porque en definitiva pedimos un poco mas de pena porque entendimos que de las circunstancias que surgen del juicio, quedaron muy claras más situaciones que antes del juicio no lo estaban por la violencia del hecho. Creo que no había otra opción que esta sentencia”, agregó.

Sobre el caso, recordó: “A las 8 de la mañana sale la pareja, se los ve que se van río abajo. A las 8.21 entablan una comunicación de 82 segundos con esta persona. Ya los empiezan a buscar a la tarde porque advierten que el hombre de la pareja era insulino dependiente y si o si tenía que volver. Siempre volvían enseguida. Ambos con problemas de visión, ella prácticamente no vidente. Aparece la lancha hundida, sin el tapón, que al día de hoy es una embarcación que es navegable porque solo le tuvieron que poner un tapón nuevo. Se le desenroscó el tapón que va puesto a presión, es imposible que se salga. Alguien la hundió intencionalmente en un paraje que es absolutamente descampado, zona de islas, donde no hay nadie más. Luego se encuentran cosas, casi como en Hansel y Gretel, desde la lancha hundida hasta el rancho de esta persona. Quedó demostrado que esta persona no dejaba acercarse a nadie al lugar”.

“No hay otra persona en esa zona eso está claro. Incluso de manera violenta repele con su escopeta a quienes se acercan. Se encuentran cosas a pocos metros escondidas en la maleza, se hallan las cañas de pescar que fueron reconocidas como las de Benito y Estela, adentro del rancho junto con una campera con sangre. Y se encontró sangre humana que no es del imputado porque tuvo tres exámenes médicos y no tenía un solo rasguño. Tres perros diferentes marcaron la misma secuencia entre el rancho y el río. Quedó claro en juicio por varios testigos que había una situación de bronca previa, y que dicen haber escuchado decirles tiempo antes que los iba a matar, «a vos te queda poco, a este lo voy a matar, los voy a tirar al río». La propia ex pareja dice que a ella también la amenazaba diciéndole que a ella la iba a matar, que la iba a cortar en pedacitos, como hizo con esta pareja. Para resumir: había una bronca previa”, sostuvo.