miércoles, mayo 1, 2024
Nacionales

El Senado sancionó la Ley de Fibrosis Quística

El proyecto recibió 64 votos afirmativos y tres abstenciones, del Pro.

Tras la polémica generada con el ministro de Salud, Ginés González García, quien protagonizó un desencuentro con el presidente Alberto Fernández, el Senado convirtió en ley este jueves el proyecto que busca atender la fibrosis quística, una enfermedad hereditaria que no tiene cura y requiere un tratamiento de por vida.

El proyecto recibió 64 votos afirmativos y tres abstenciones, de los senadores Humberto Schiavoni, Esteban Bullrich y Gladys González, los tres del Pro.

Dicho proyecto había obtenido el martes de esta misma semana dictamen durante un plenario de Comisiones. La iniciativa obtuvo el impulso necesario para llegar al Recinto de la Cámara Alta luego de que el presidente de la Nación, Alberto Fernández, pidiera a los legisladores del Frente de Todos que acompañaran el proyecto tras comunicarse con la presidenta del Senado, Cristina Fernández de Kirchner.

Al respecto, el miembro informante por parte del bloque oficialista fue el senador santiagueño José Emilio Neder, vicepresidente primero de la Comisión de Salud. Al hacer uso de la palabra durante la sesión, destacó que esta Ley genera “el marco legal de respaldo ante una urgente necesidad de muchos pacientes y sus familias”.

Durante su fundamentación el legislador destacó “el trabajo que viene desarrollando el Gobierno Nacional en el marco de una política sanitaria pública e inclusiva, a partir de otra gravitante decisión política como fue recuperar el Ministerio de Salud, haciendo que el área recobre preponderancia en su estructura funcional y operativa, retomando programas muy importantes que habían sido discontinuados por la gestión anterior”.

Características de la fibrosis quística

La fibrosis quística es una enfermedad hereditaria, provocada por un funcionamiento deficiente de las glándulas exocrinas, que se caracteriza por presentar signos de enfermedad pulmonar crónica y disfunción del páncreas. Al ser crónica, requiere de costosas terapias paliativas para mejorar la calidad de vida de quienes la padecen.

Sus síntomas más reconocibles son: sudor salado, dificultad para subir de peso, retardo en el crecimiento, deposiciones abundantes, esteatorrea (grasa en materia fecal), tos crónica, infecciones respiratorias, pólipos nasales, esterilidad, dedos en palillo de tambor y diabetes cirrosis hepática.

Suele diagnosticarse en la lactancia o en la primera infancia, y la detección precoz es fundamental para que los tratamientos tengan buenos resultados. Los tratamientos apuntan a prevenir y controlar las infecciones que se producen en los pulmones, extraer y aflojar la mucosidad de la zona pulmonar, tratar y prevenir la obstrucción intestinal, y apuntalar el trabajo terapéutico con una nutrición adecuada.